Quien puede cambiar sus pensamientos, puede cambiar su destino.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Lo que sigue ya lo conoceis. La iglesia ha ido evolucionando hasta llegar a lo que es hoy en día.

El trabajo que nos dejó Jesucristo a mi y a los demás apóstoles no fué en vano. Gracias a la fuerza que nos dió el Espiritu Santo pudimos crear una comunidad cristiana muy unida. Y hoy lo único que me queda por decir es que me siento muy orgulloso de ello.

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